Sábado 8 de agosto, 1987

 Visión del Niño Jesús:

Niño Jesús: “Mi dulce niña, ¿deseas que este movimiento empiece? ¿Deseas que este movimiento empiece para el bien de las vidas espirituales de innumerables almas? Entonces has de renunciar a toda atadura terrenal, incluso a todos aquellos individuos que no estén actuando conforme a Mi voluntad en este respecto. Te dijimos que, en un principio, esto te causaría gran pesar y así será, pero es necesario seguir adelante escogiendo a aquellos que estén dispuestos a servir la causa de Mi Madre y ser de ayuda a su obra en vez de resistir la voluntad de Dios. Esto es un acontecimiento desafortunado, pero uno que a veces ocurre y está fuera de tu alcance, ya que conlleva la libre decisión de otros. Pero la obra del Señor que Mi Madre ha concebido en su Corazón ha de continuar a pesar de resistencia terrenal y a veces esto conlleva cambiar a las personas que estarán en vueltas.

“Has hecho bien al disponer que se celebrase una novena de misas, pero a esta altura sólo servirá para mantenerlo enterado, pero ya no como uno que será el instrumento único en la preparación de materiales para el movimiento, como se había planeado previamente”.

Mariamante: “Señor, esto me parece tan frío, ¿No hay manera de cambiarlo?»

Niño Jesús: “Veremos qué ocurre en los próximos días, pero es necesario ya involucrar a otro sacerdote en vista de cómo están las cosas al presente. Asegúrate de que tú misma no resistas la voluntad de Dios, y continúa orando por el mundo y por el comienzo de este movimiento, y por todos aquellos que estarán envueltos en traerlo a fruición a través de la intercesión de Mi Madre.

«Vete ahora y atiende a tus deberes. Tu niño se ha despertado».